Ambos países figuran en la lista de naciones autorizadas por China para recibir a sus viajeros. En Argentina, el primer grupo viajará a Buenos Aires, Ushuaia y luego en crucero a la Antártida.
La Argentina y Cuba son los únicos países americanos autorizados por China para recibir sus turistas, en el marco de un programa piloto lanzado por el país asiático para relanzar el turismo chino a nivel global.
El Secretario Ejecutivo del Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur) argentino, Ricardo Sosa, informó que el programa se encuentra vigente desde febrero y consiste en la reanudación gradual de los viajes en grupo al extranjero para ciudadanos chinos a través de agencias de turismo.
La lista está limitada a 20 países para los cuales se habilita el turismo de grupo: en América, los únicos autorizados son la Argentina y Cuba. El resto de los destinos que podrán acoger estos viajes serán Tailandia, Indonesia, Camboya, Maldivas, Sri Lanka, Filipinas, Malasia, Singapur, Laos, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Kenia, Sudáfrica, Rusia, Suiza, Hungría, Nueva Zelanda y Fiji.
Sosa ejemplificó que tras el anuncio del gobierno chino “el operador de viajes on-line Trip.com, con sede en Shanghai, ha comunicado públicamente que las búsquedas de viajes en grupo al extranjero han aumentado cerca de un 500 %”.
El titular del Inprotur detalló que el itinerario del primer grupo de turistas chinos que llegará a la Argentina a principios de marzo pasará por “Buenos Aires y Ushuaia, desde donde realizarán un crucero de expedición de lujo de la empresa Ponant a la Antártida”.
Entre los viajeros chinos, agregó, “los más afectados fueron los de clase media y baja, mientras que los sectores más pudientes de la sociedad no sufrieron un impacto significativo, por eso la estrategia de algunas agencias emisivas chinas para 2023 y 2024 se focalizará en los clientes de alta gama y privilegiará los destinos en África y Latinoamérica. Se resalta asimismo la inclusión en la estrategia de los viajes temáticos, especialmente grupos de fotógrafos y tours de arquitectura”.
El desafío más importante de cara a la recuperación del sector de viajes internacionales de China es la cuestión de los aéreos, puesto que aún se requiere de una gran cantidad de frecuencias y una progresiva normalización de los costos.