Récords de compra de aviones, fusiones empresariales, construcción de aeropuertos: la India quiere convertirse en uno de los mayores actores mundiales del sector.
Hace un par de semanas, Airbus y Boeing anunciaron haber realizado conjuntamente la mayor venta de aviones de la historia, para una sola compañía en una sola transacción. Vendieron unas 500 máquinas a la empresa Air India, una de las empresas del conglomerado Tata Sons. Esta información puso la mirada del mundo sobre un país que está realizando grandes avances en cuanto a transporte aéreo y tiene la ambición de convertirse en uno de los mayores actores a nivel mundial.
Hasta el momento, la importancia del subcontinente indio no se correspondía con el tamaño de su población (que sobrepasará la de China a corto plazo) y de su economía (con tasas de crecimiento de 7 % anuales). La “compra del siglo” fue solamente la punta de un iceberg. Fue seguida, hace poco, por el anuncio de la compra de un cuarto de las acciones de Air India por Singapore Airlines, una de las joyas del transporte aéreo mundial. Tata Sons y la aerolínea de bandera ya eran socios al momento de la creación de Vitara, una compañía aérea que fue recientemente integrada a Air India.
Gracias a su desarrollo notable, la India generó una gigantesca clase media que está llegando actualmente sobre el mercado del turismo y los viajes. Esta transformación impulsa el crecimiento exponencial de Air India, pero también genera la mayor cantidad de obras en aeropuertos concida en la actualidad en el mundo.
Además de haber ganado hace un par de años la licitación de la privatización de Air India, Tata Sons también controla la casi totalidad de Air Asia India, que quiere integrar dentro de la estructura de la low cost Air India Express. Con estas fusiones y tomas de participación, Air India se está transformando en una de las más grandes compañías del continente. Compite directamente en su mercado local con varias empresas de bajo costo y sobre todo con IndiGo, otro megaplayer del mercado indio (que había realizado en 2019 la mayor compra de aviones Airbus de la historia hasta el momento).
Uno de los objetivos del grupo Tata Sons es posicionar Delhi como uno de los mayores hubs aéreos del continente, compitiendo directamente con las plazas y las compañías de los emiratos del Golfo Pérsico. Aunque se lance en la batalla comercial con varios años de atraso, los indios confían que su posición estrategica entre el Mediterráneo, Europa y el Extremo Oriente los favorecerá a corto plazo. La gigantesca compra efectuada por Air India tiene en parte como objetivo fortalecer la empresa a nivel internacional, aunque en un primer tiempo, necesita satisfacer un mercado interno en rápido crecimiento.
Para acompañar esas ambiciones, el estado indio lanzó un plan de construcciones, extensiones y modernizaciones en los aeropuertos de sus principales ciudades e incluso las de segunda categoría (que en la India tienen decenas de millones de habitantes…). El aeropuerto Indira Gandhi de New Delhi contará así con un Terminal 4 en 2025 y un quinto años más tarde. Sin embargo, las obras apenas siguen el ritmo del crecimiento del tráfico y las extensiones realizadas hasta el momento no han sido suficientes. El aeropuerto de la capital india es uno de los más congestionados del mundo.
2025 será también la fecha de inauguración del aeropuerto internacional Navi Mumbai, que funcionará en complemento del actual Chhatrapati-Shivaji. Mumbai es una de las mayores ciudades india y es sobre todo una de las sedes de la industria cinematográfica más grande del planeta y uno de los principales polos tecnológicos de Asia. Las obras sufrieron importantes demoras, pero ya tienen fecha de conclusión.