El sitio, ubicado en la precordillera a 2.200 msnm e integrante del Patrimonio Mundial de la Unesco, estuvo cerrado desde el comienzo de la pandemia, pero ahora vuelve a quedar accesible al público.
El Campamento Minero Sewell relanzó las visitas turísticas, tras el prolongado cierre debido a la pandemia, en presencia de autoridades nacionales y regionales, junto a exponentes de la industria de los viajes.
El sitio tiene atractivos naturales y culturales. Ubicado en la precordillera de los Andes, en la Región de O’Higgins, se levanta a 2.200 msnm y forma parte del Patrimonio Mundial de la Unesco.
La subsecretaria de Turismo, Verónica Pardo, declaró que “Sewell es un lugar único en el mundo y por eso es un atractivo turístico con un enorme potencial, de nivel internacional, donde se pone en valor nuestra historia y nuestra cultura. Su reapertura a las visitas turísticas es una gran oportunidad para conocer este Patrimonio de la Humanidad, un espacio donde está la historia de Chile, de su gente y de los territorios”.
El objetivo es promover ahora el Campamento Minero Sewell por medio de canales de distribución turística, comenzando con una rueda de negocios que contó con la participación de tour operadores nacionales.
“Para Codelco El Teniente, la reapertura de Sewell es expresión de nuestro propósito de contribuir a la valoración del patrimonio y el desarrollo de los territorios donde realizamos nuestras operaciones, creando valor social. Contribuir al desarrollo regional y al conocimiento de la minería, a través de la actividad turística es un orgullo”, dijo Germán Sandoval, gerente de Sustentabilidad y Asuntos Externos de El Teniente.
Fundación Sewell recibió de parte de Sernatur y la Subsecretaria de Turismo el Sello R y adhesión a los compromisos Sello S, distinciones que representan la acreditación formal para ser considerado un servicio turístico reconocido por el servicio nacional de turismo y con enfoque en la sustentabilidad.
El asentamiento nació en 1905 junto a la historia de la minería y el yacimiento “El Teniente”. Sewell, o la “Ciudad de las Escaleras”, es uno de los lugares más originales del mundo, cuya fundación logró vencer las dificultades de relieve y clima de la cordillera.
En 1998 fue declarado Monumento Nacional y el 2006 logró su declaratoria como Sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco. Se lo considera un bien patrimonial debido a su área minera-industrial, a lo urbano-arquitectónico, y a lo social-cultural.
“Estas instalaciones tan bien conservadas no tienen sentido sin visitantes”, agregó Sandoval, subrayando así que la compañía tiene intención de mantener las puertas abiertas de Sewell al turismo, a pesar de la complejidad de recibir turistas en plena producción minera. En años anteriores a la pandemia, unos 15.000 visitantes al año pasaban por el lugar.
Para visitar Sewell se debe tomar contacto con la Fundación Sewell y/o los operadores turísticos que realizan tours guiados de tres horas más el trayecto en bus. Durante el recorrido se pueden observar las diferentes instalaciones y campamentos productivos del Mineral El Teniente.
Los orígenes de Sewell se remontan a los inicios del siglo XX, cuando el empresario norteamericano William Braden decide iniciar la explotación de la mina de cobre El Teniente. Braden construyó caminos, una planta concentradora, campamentos y un tren que unía la mina con Rancagua.
Su época de oro fue entre los años 40 y 60 del siglo XX, hasta que a fines de 1960 Sewell comenzó un paulatino despoblamiento. Hoy se conserva el núcleo central o Casco Histórico.
Lo que está en pie y conservado o restaurado es parte importante del barrio cívico compuesto por el club social, la sala de palitroque, el cine, los edificios de obreros y empleados y el sorprendente museo de la Gran Minería del Cobre.
Hoy se considera la mina subterránea más grande del mundo. Sus aproximadamente 4.000 mil kilómetros de túneles equivalen a la distancia en línea recta entre Santiago y Bogotá.