Los viajes relacionados con los deportes y con la música mueven millones: literalmente, expertos del sector estiman que el volumen de negocios de este tipo de turismo alcanzará 1,5 billones de dólares en la próxima década.
El impacto económico del turismo deportivo y musical se duplicará de aquí a 2032, rondando el billón y medio de dólares, según una nueva investigación de Collinson Intl., propietaria de salas VIP de aeropuertos Priority Pass y LoungeKey.
La parte del león se la lleva el turismo deportivo, que hasta 2023 estuvo valorado en US$ 564.700 millones, y se cree que llegará a 1,33 billones en los próximos ocho años. El turismo musical, a su vez, sumará US$ 13.800 millones al negocio, respecto de los 6.600 millones actuales.
Collinson encuestó a 8537 viajeros, procedentes de 17 países. El 83 % de los entrevistados afirmó que ya voló para asistir a un evento deportivo, y el 71 % para ir a concierto en los últimos tres años, o bien tiene previsto hacerlo en los próximos 12 meses.
Según reportó Bloomberg, la compañía elaboró con estos datos un modelo de la expansión del sector y de su futuro, considerando que los turistas contemporáneos privilegian las experiencias más que los objetos, y que dichas experiencias comienzan con la planificación, mucho antes del viaje. La investigación precisa que un 83 % de los viajeros deportivos eligen partidos de fútbol, básquet, Juegos Olímpicos, carreras de Fórmula 1 o competencias de tenis.
El fútbol en particular concentró al 69 % de los fans que viajaron para ir a ver un partido. La cifra comprende a los asistentes al Mundial de Qatar, en 2022, pero no a quienes irán al Mundial de 2026.
Por su parte la Fórmula 1 se hizo más popular gracias a una serie de Netflix: el año pasado, un fin de semana promedio en las carreras de máximo nivel tuvo 270.000 espectadores frente a los 195.000 de 2019.
Pero el volumen de negocios crece no solo por la mayor cantidad de asistentes, sino también porque las entradas son más caras. Y a ellas se suman las tarifas de los hoteles, las comidas y los traslados.
Según Collinson, el 77 % de los viajeros llega a destino uno o dos días antes del concierto o el torneo que tiene previsto ver, y un 80 % permanece entre uno y tres días después. El 51 % de los turistas deportivos -los que más gastan- invierten en sus viajes más de 500 dólares.