El tren de 280 kilómetros permitirá reducir tiempos de viaje y dinamizar la economía regional. Las autoridades estiman que llevará siete años ponerlo en marcha.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) anunció que el Ferrocarril Lima-Ica estará operativo en 2032, con una inversión de 6,500 millones de dólares y la capacidad de transportar hasta 40,000 pasajeros por día. Esta obra de infraestructura ferroviaria promete revolucionar la conectividad en la costa sur del Perú, reduciendo los tiempos de viaje y potenciando sectores clave como el turismo y la agroindustria.
El tren contará con una locomotora y ocho vagones, con una capacidad total de 1,400 pasajeros por viaje. En total, el sistema permitirá movilizar diariamente a decenas de miles de personas, beneficiando directamente a 6 millones de habitantes en las zonas de influencia y a otros 6 millones de manera indirecta por su impacto en la economía.
El trazado del ferrocarril abarcará 280 kilómetros, incluyendo 47 kilómetros de puentes y viaductos y 32 kilómetros de túneles. Además, se construirán 15 estaciones estratégicamente ubicadas en puntos clave como Villa El Salvador, Lurín, Chilca, Asia, Cerro Azul, Cañete, Chincha, Pisco, Paracas e Ica.
Gracias a esta infraestructura, el tiempo de viaje entre Lima e Ica se reducirá a un promedio de 1 hora 45 minutos a 2 horas y media, muy por debajo de las actuales 4 horas y media en transporte terrestre.
El director de Gestión en Infraestructura y Servicios de Transportes del MTC, David Miranda, destacó que el proyecto ya consiguió la viabilidad y que 11 países han expresado su interés en colaborar con su desarrollo mediante la Oficina de Gestión de Proyectos (PMO), bajo la modalidad de Gobierno a Gobierno.
Los países interesados en participar son: Alemania, Austria, Canadá, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Francia, India, Japón, Reino Unido e Italia. Según Miranda, la cooperación internacional garantizará asistencia técnica de primer nivel para la ejecución de esta megaobra.
El Ferrocarril Lima-Ica no solo facilitará el transporte de pasajeros, sino que también generará oportunidades de desarrollo en sectores como el turismo, la gastronomía y la agroindustria. En destinos clave como Pisco, Chincha y Paracas, la mejora en la conectividad permitirá un mayor flujo de visitantes, beneficiando directamente a negocios locales y fomentando el crecimiento económico en la región.