Los visitantes deberán pagar hasta 15 euros por noche en Barcelona. El acuerdo entre los Comuns y el Govern busca generar recursos para mitigar la crisis habitacional.
En un esfuerzo por abordar la crisis de acceso a la vivienda, el Govern de Cataluña ha acordado con los Comuns duplicar la tasa turística en la región. Esta medida permitirá a Barcelona cobrar hasta 15 euros por noche en los alojamientos más lujosos, mientras que otras localidades catalanas también experimentarán un aumento en la tarifa para los visitantes.
El Govern es el gobierno autónomo de Cataluña, responsable de administrar políticas regionales, incluida la gestión del turismo y la vivienda.
Por otro lado, los Comuns es un partido político de izquierda en Cataluña, que promueve políticas progresistas en materia de vivienda, ecología y justicia social. Son una fuerza clave en el Parlamento catalán y han impulsado el incremento de la tasa turística con el objetivo de destinar una parte de los ingresos a mejorar el acceso a la vivienda.
¿Cómo afectará la medida a los turistas?
Los visitantes que pernocten en Cataluña verán reflejado el aumento en los costos de hospedaje. En Barcelona, la ciudad más visitada de la región, los hoteles de lujo pasarán de 3,50 a 7 euros por noche, mientras que los hoteles de 4 estrellas cobrarán 3,40 euros en lugar de 1,70. Las viviendas turísticas también verán duplicada su tarifa, alcanzando los 4,50 euros por noche.
Los cruceros, un sector clave en el turismo barcelonés, también serán afectados. Aquellos que permanezcan en la ciudad por menos de 24 horas pasarán de pagar 3 a 6 euros por pasajero.
Impacto y reacciones
Mientras que el gobierno catalán y los Comuns defienden la medida como una forma de redistribuir los beneficios del turismo y mitigar el impacto del turismo masivo en la vivienda, los hoteleros han expresado su preocupación. Argumentan que el incremento podría afectar la competitividad de Barcelona frente a otros destinos europeos y desincentivar la llegada de visitantes.
Este aumento en la tasa turística acerca a Cataluña a modelos implementados en ciudades como Ámsterdam y Roma, donde los turistas pagan impuestos adicionales por pernoctar. A su vez, permitirá a otros municipios catalanes establecer recargos similares al de Barcelona, fortaleciendo las finanzas locales.
