Un estudio pionero revela que entre 2014 y 2018 el turismo y las actividades marinas generaron ingresos clave y miles de empleos, reforzando la necesidad de conservar este paraíso natural.
Las Islas Galápagos no solo son uno de los destinos más emblemáticos del planeta por su biodiversidad, sino también un motor económico para el Ecuador. Según el primer estudio de Cuentas Ecosistémicas para la Zona Económica Exclusiva Insular del Ecuador (ZEEIE), las actividades relacionadas con el turismo, la pesca y el transporte marítimo en el archipiélago generaron más de 509 millones de dólares para el PIB ecuatoriano entre 2014 y 2018.
El informe, desarrollado conjuntamente por la Fundación Charles Darwin, la Dirección del Parque Nacional Galápagos y el Banco Central del Ecuador, también propone una visión integral para el futuro: incorporar el valor de los servicios ecosistémicos en las políticas públicas del país.
Además del ingreso monetario, las actividades en Galápagos generaron más de 42.000 empleos en ese período, fortaleciendo el tejido económico local. La investigación destaca que el turismo, principal fuente de ingresos del archipiélago, fue desarrollado con énfasis en la sostenibilidad, lo que permite equilibrar el desarrollo económico con la conservación ambiental.
Para Holger Zambrano, director de Educación e Información Ambiental e Hídrica para la Transición Ecológica, el estudio “traza una hoja de ruta para fortalecer el desarrollo económico local en concordancia con el uso sostenible de los recursos naturales”.
El informe también subraya el papel crucial de los ecosistemas galapagueños en la mitigación del cambio climático. Solo los manglares de la Reserva Marina de Galápagos almacenan más de 1,8 millones de toneladas de carbono azul, con una captación anual superior a las 600 toneladas. Esta función es vital en un contexto global donde los países buscan estrategias eficaces para reducir su huella de carbono.
