Nuevos datos de la industria, difundidos en el último informe de CLIA, revelan cifras récord para la región. Tanto en pasajeros como en destinos, el sector muestra gran vitalidad.
El turismo de cruceros continúa demostrando su fortaleza a nivel global, y América Latina desempeña un papel importante tanto como mercado emisor de pasajeros como destino popular. Según datos recientes, América del Sur generó 1,17 millones de pasajeros en 2024, lo que representa un aumento del 7,8% respecto a 2023 y un 3,8% más que en 2019. Este crecimiento subraya la creciente afinidad por los viajes en crucero dentro de la región.
El Caribe, que abarca también las Bahamas y Bermuda, se consolidó como el destino de cruceros más importante a nivel mundial en 2024, cuando recibió 14,98 millones de pasajeros. Esta cifra marca un aumento del 17,1% en comparación con 2023. Dado su proximidad y accesibilidad, el Caribe es un destino clave para los cruceristas latinoamericanos, así como para los de Norteamérica, representando el 43% de todos los pasajeros de cruceros a nivel global en 2024.
América del Sur y el Canal de Panamá también figuran entre las 10 principales regiones de destino: recibieron 1.33 millones de pasajeros en 2024. Esto representa un incremento del 3.8% en comparación con el año anterior. La región, con sus diversas rutas y experiencias, atrae a un número significativo de viajeros.
El impacto económico del turismo de cruceros es tangible en la región. Solo en Brasil, el sector generó un impacto económico total de R$5,2 mil millones, apoyando 80.311 puestos de trabajo y contribuyendo con R$60,3 millones en salarios. Durante 2023-2024, 844.462 pasajeros visitaron Brasil en cruceros oceánicos, demostrando la derrama económica que los visitantes aportan a los puertos y ciudades locales.
Adicionalmente, una parte significativa de los pasajeros de cruceros opta por quedarse una o más noches en la ciudad portuaria antes o después de su viaje. El 60% se alojó al menos una noche antes de embarcar y el 54% se alojó al menos una noche después de desembarcar. Dos tercios de quienes se alojaron antes y alrededor de seis de cada diez de quienes se alojaron después eligieron hoteles, lo que genera un beneficio directo para el sector de alojamiento local en los puertos latinoamericanos y caribeños.
