A pesar de que en 2024 los proveedores de servicios de viajes de aventura atendieron un 37 % menos de viajeros que en 2023, los datos indican que la industria está en plena recalibración y crecimiento.
La Adventure Travel Trade Association (ATTA) destaca que, lejos de ser una señal de declive, esta disminución de la demanda ha permitido que el segmento encuentre la estabilidad que tanto buscaba, logrando un crecimiento en los ingresos de los tour-operadores, ya que el 73 % reportó un aumento en sus ingresos durante el año pasado.
En este nuevo panorama, la madurez del segmento se hace evidente. Los viajes de aventura han regresado a un ritmo sostenible a largo plazo, similar al de los niveles de 2019. Además, el 66 % de los operadores turísticos prevé mayores ingresos netos en 2025, gracias a un perfil de viajero que ahora busca experiencias especializadas y personalizadas, dispuestos a gastar más y reservar estancias más largas.
Los viajeros de aventura se distinguen por su compromiso y planificación. A menudo, estos turistas tienen agendas detalladas, centradas en actividades específicas que requieren dedicación y esfuerzo.
Este compromiso también se refleja en el gasto local, ya que el 76 % del dinero que gastan los viajeros de aventura se destina a productos y servicios de proveedores locales, lo que demuestra su responsabilidad hacia los destinos que visitan y las comunidades que los habitan.
La convergencia de los viajes de aventura con el turismo deportivo ha dado lugar a una nueva tendencia: viajes activos y físicamente exigentes. Esta tendencia está impulsada por la creciente demanda de experiencias como entrenamientos para maratones, retiros de yoga, o campamentos de entrenamiento en altura. Los viajeros de aventura ya no solo buscan emociones pasajeras, sino experiencias más estructuradas y físicamente desafiantes, que al mismo tiempo incluyen una inmersión cultural profunda.
Los operadores del sector, destacó ATTA, están respondiendo a este cambio con itinerarios multideporte, giras de entrenamiento y eventos de resistencia que también incluyen un componente de conciencia ecológica, atendiendo las nuevas expectativas de los viajeros, que buscan combinar actividad física con un enfoque en el bienestar y la sostenibilidad.
El crecimiento de las aventuras especializadas y personalizadas ha traído consigo nuevas tendencias que están moldeando la industria de los viajes de aventura:
- Gastronomía en los viajes: las actividades gastronómicas han ganado una enorme popularidad en los viajes de aventura, convirtiéndose en la experiencia más solicitada por los viajeros. La demanda por sabores locales y experiencias culinarias auténticas ha trascendido, uniendo el turismo gastronómico con el segmento de aventura.
- Destinos más frescos: en respuesta a las olas de calor globales, los viajeros están optando cada vez más por destinos frescos y temperados. Esto ha provocado un auge en los destinos de montaña, bosques y áreas menos afectadas por el cambio climático, donde los viajeros pueden escapar del calor extremo y disfrutar de climas más agradables.
- Viajes de última oportunidad: el concepto de «última oportunidad» ha emergido como un fuerte motivador en los viajes de aventura, atrayendo a aquellos que desean visitar lugares que podrían cambiar rápidamente con el tiempo, como glaciares y arrecifes de coral. Estos destinos, considerados en peligro o en transformación, han captado el interés de los viajeros que buscan vivir experiencias únicas antes de que estos entornos naturales cambien para siempre.
Con estos cambios, el sector de los viajes de aventura se está posicionando para un crecimiento continuo, impulsado por una demanda creciente de experiencias más significativas y especializadas. Los viajeros de aventura no solo buscan emociones fugaces, sino que desean viajes que les ofrezcan un sentido de propósito y un compromiso con los destinos que visitan.