Disney, Universal y SeaWorld lideran una tendencia global que transforma octubre en una de las temporadas más rentables del año en los Estados Unidos.
Halloween se ha convertido en una de las estrategias estacionales más exitosas de la industria del entretenimiento. Cada año, los principales parques temáticos del mundo transforman sus instalaciones en escenarios de terror inmersivo que combinan tecnología, narrativa y marca. Lo que comenzó como una simple atracción de temporada hoy es un negocio multimillonario que redefine la rentabilidad turística de octubre.
En Estados Unidos y Europa, el fenómeno crece año tras año. Los parques extienden la “temporada del miedo” desde agosto hasta noviembre, impulsando el tráfico de visitantes y los ingresos en un período tradicionalmente más débil para el turismo. El impacto económico es tan significativo que, según datos del operador Merlin Entertainments, octubre representa ya una quinta parte de su beneficio anual gracias a los eventos de Halloween.
Más fechas, más miedo, más experiencias
Tanto Disney como Universal han llevado sus celebraciones al extremo. En Florida, la fiesta Mickey’s Not-So-Scary Halloween Party comenzó este año a principios de agosto, mientras que en California el Oogie Boogie Bash se agotó en solo 11 días, obligando a la compañía a sumar funciones. En Universal Studios, el icónico Halloween Horror Nights cumple más de tres décadas como referente global de los eventos temáticos. Para 2025, su versión en Orlando amplió decoraciones, sonido ambiental y escenografías con efectos multisensoriales.
“Queremos que el visitante nunca salga del ambiente del terror. Todo está pensado para una experiencia inmersiva total”, explica Lora Sauls, directora de desarrollo creativo de Universal Orlando.
El parque también sumó contenidos basados en franquicias cinematográficas. Este año debutó Terrifier: Art the Clown, inspirada en la saga de terror del mismo nombre, con lo que Universal apuesta a la licencia de marcas para atraer audiencias nuevas.
El marketing experiencial es otro componente central. En un giro más innovador, SeaWorld Orlando combinó dos tendencias en auge, el entretenimiento estacional y el turismo saludable, con su carrera nocturna Howl-O-Sprint 5K, una competencia en la que los corredores atraviesan zonas de terror dentro del parque. Se trata de una propuesta que busca conectar el turismo activo con la experiencia temática, un concepto que empieza a despertar interés entre operadores que buscan nuevas formas de diversificación.
El éxito global de Halloween como producto turístico deja lecciones aplicables y trae beneficios replicables por todos los destinos:
- extensión de temporada. Los eventos temáticos permiten alargar el calendario operativo y reducir la estacionalidad.
- integración de marcas y storytelling. Las alianzas con franquicias o narrativas locales fortalecen la identidad del destino.
- experiencias multisensoriales. La tecnología y la ambientación inmersiva incrementan el valor percibido y la repetición de visita.
- diversificación de públicos. El turismo de entretenimiento atrae nuevos segmentos, desde familias hasta fanáticos del horror y del cine.
La clave, coinciden los operadores internacionales, es convertir una fecha puntual en una plataforma de experiencias, capaz de atraer visitantes, generar consumo adicional y posicionar destinos fuera de su temporada tradicional.



