El complejo arqueológico ubicado en el valle de Moche, entre Huanchaco y Trujillo, es uno de los destinos culturales más importantes del norte peruano y la mayor afluencia de visitantes refleja la recuperación del turismo en la región.
Con su reciente reactivación turística, Chan Chan —la ciudad de barro más grande de América Latina— recibe actualmente un promedio de 300 visitantes diarios, resultado de los esfuerzos por preservar el monumento y mejorar la experiencia del visitante, lo que ha permitido atraer tanto a turistas nacionales como extranjeros.
Chan Chan, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1986, abarca un área de aproximadamente 14 kilómetros cuadrados y fue la capital del reino Chimor, una civilización que se extendió desde Tumbes hasta Lima. Este vasto complejo de adobe es un testimonio del avanzado desarrollo urbano, económico y social de las antiguas sociedades costeñas.
El jefe de la Unidad de Promoción y Participación Ciudadana del Proyecto Especial Chan Chan, Víctor Vallejo, destacó que, después de la pandemia, el número de visitantes ha vuelto a niveles similares a los de antes de la crisis sanitaria.
«Antes del Covid-19, recibíamos alrededor de 300 personas diarias. La pandemia redujo drásticamente las visitas, pero este año estamos nuevamente alcanzando esa cifra y esperamos superarla», comentó Vallejo, quien también precisó que el 80% de los visitantes son peruanos y el 20% restante son extranjeros.
Para garantizar la conservación de Chan Chan, el Ministerio de Cultura, a través del Plan Copesco Nacional del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), ha destinado una inversión aproximada de 11 millones de soles. Este presupuesto ha sido utilizado para la preservación de muros, pisos, frisos y relieves, asegurando que el sitio mantenga su valor histórico y arquitectónico para las futuras generaciones.
Además de las visitas diarias, Chan Chan se ha convertido en escenario de eventos culturales, como la «Noche de los Ancestros». Esta ceremonia, realizada en el marco de la reunión sobre seguridad alimentaria del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en agosto, ha tenido una gran acogida entre los asistentes.
La «Noche de los Ancestros» es una representación artística que rinde homenaje a la cultura Chimú y su historia, y se espera que este evento se institucionalice y se celebre anualmente en noviembre.
El titular de la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad, David Calderón, señaló que trabajan en conjunto con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Mincetur para consolidar la «Noche de los Ancestros» como un atractivo cultural anual. «Queremos que esta actividad sea tan reconocida como el Inti Raymi en Cusco y que ponga en valor la cultura Chimú», indicó Calderón.
Por otro lado, la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad también impulsa un proyecto para convertir a Trujillo en la primera ciudad del país en ofrecer turismo nocturno. La propuesta incluye la iluminación de huacas emblemáticas, como la Huaca Toledo y otras estructuras cercanas, con el objetivo de diversificar la oferta turística y atraer a más visitantes, tanto durante el día como en la noche.