El oso de anteojos, la única especie de oso sudamericano, podría tener pronto un refugio natural continuo para su conservación. El proyecto de ley incluye un plan nacional de acción y una semana dedicada a su protección.
El Congreso de Perú evalúa una propuesta legislativa que busca establecer un corredor biológico para el oso de anteojos, también conocido como oso andino o “ukumari” en quechua. La iniciativa, presentada por la congresista Ruth Luque, plantea conservar y conectar los hábitats naturales de esta especie vulnerable, a la vez que promueve la educación ambiental y el turismo sostenible.
El oso de anteojos (Tremarctos ornatus) es la única especie de oso nativa de Sudamérica y habita en las zonas montañosas de los Andes, desde Venezuela hasta Bolivia. En Perú, se estima que existen cerca de 5.750 ejemplares, la población más grande del continente. Sin embargo, enfrenta crecientes amenazas como la deforestación, los incendios forestales, la caza furtiva y la expansión agrícola.
Una red de protección en los Andes
El Proyecto de Ley N.º 11767/2024-CR propone crear un corredor ecológico que conecte los diversos ecosistemas donde habita el oso andino, permitiendo su desplazamiento seguro y garantizando la diversidad genética. El plan fue diseñado con el aporte de la Comunidad Campesina Muchik Santa Catalina de Chongoyape, en Lambayeque, quienes conviven con esta especie y conocen de cerca los desafíos de su conservación.
La propuesta contempla la articulación entre instituciones como el Serfor, el Sernanp y los gobiernos regionales y locales, para gestionar la protección del oso y de su entorno. Además, se crearán instrumentos de planificación, monitoreo y vigilancia ambiental, incluyendo comités comunitarios y programas de educación en zonas rurales.
Un plan nacional para conservar al “ukumari”
De aprobarse la norma, las autoridades deberán elaborar en un plazo de 90 días un Plan Específico de Conservación del Oso Andino, con objetivos y acciones concretas para los próximos cinco años. Este plan incluirá indicadores de evaluación, incentivos para la investigación científica y estrategias para mitigar los conflictos entre comunidades y fauna silvestre.
La propuesta también busca declarar la tercera semana de febrero como la “Semana Nacional de la Conservación del Oso de Anteojos”, con actividades educativas impulsadas por los ministerios del Ambiente y de Educación, junto con gobiernos regionales y locales.