Del otro lado del paso fronterizo de Agua Negra, que conecta con Argentina a la altura de Coquimbo, la provincia de San Juan está realizando tres obras para crear o restaurar centros de turismo termal y afianzarse en ese segmento.
La provincia argentina de San Juan, del otro lado del paso fronterizo Agua Negra, quiere posicionarse como destino de turismo termal y está realizando fuertes inversiones en tres proyectos relevantes, cerca de la capital y de la localidad de Iglesia (norte provincial).
El complejo de La Laja abrirá sus puertas a fines de este año, en la localidad de Albardón, a una quincena de kilómetros del centro de San Juan Capital. Las obras de este moderno y lujoso hotel de dos pisos con habitaciones que contarán con baños termales privados empezaron el año pasado.
Se captaron las aguas de tres manantiales. El resort, que tendrá solo una docena de habitaciones, contará con varias piletas con aguas de distintas temperaturas y la capacidad será limitada para ofrecer privacidad e intimidad a los huéspedes.
Los otros dos proyectos se encuentran en las cercanías de Iglesia, una pequeña localidad situada en el norte de la provincia, no muy lejos de la RN 150, que une el Parque Provincia Ischigualasto y el paso Agua Negra.
El más ambicioso de los dos es Pampas del Cura, que es presentado por sus promotores como un pueblo termal. El resort de un centenar de habitaciones estará rodeado por espacios verdes, parques, instalaciones deportivas y ofrecerá múltiples servicios. Además de un restaurante, contará con su propia cava de vino, un espacio de astroturismo, una caballeriza, un helipuerto, una pequeña reserva natural con llamas y un viñedo de 15 hectáreas. En cuanto a las aguas termales, alimentarán varias piletas y tendrán una temperatura de 33 °C.
En complemento de este emprendimiento privado de gran envergadura, el gobierno provincial está rehabilitando el histórico hotel termal de Pismanta, por medio de su Ministerio de Turismo y Cultura.
El predio se encuentra a quince minutos del casco de Iglesia. Además de restaurar las infraestructuras, el proyecto contempla la adecuación del edificio a modernos servicios termales, con piletas privadas en las habitaciones y un spa. Al igual que el hotel de La Laja, se espera poder inaugurarlo a fines de este año.
