La entidad encendió las alertas al advertir sobre la falta de voluntad de las autoridades y actores involucrados para revisar la TUUA de transferencia impuesta en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
En un pronunciamiento emitido desde Bogotá, ALTA lamentó que, pese a contar con estudios técnicos y propuestas concretas presentadas por la industria aérea, no se haya logrado avanzar hacia soluciones que protejan la sostenibilidad del principal hub de conexiones internacionales del Perú.
“La TUUA de transferencia debilita la competitividad del Perú frente a otros centros regionales. Mientras otros países apuestan por facilitar el tránsito y atraer nuevas rutas, aquí se imponen cargas que afectan directamente al tráfico en conexión”, señala el documento.
El impacto ya se deja sentir. Según ALTA, aerolíneas con base en Perú han cancelado al menos ocho rutas internacionales, afectando tanto nuevos lanzamientos como operaciones ya establecidas. Esto no solo reduce las opciones para los pasajeros, sino que debilita la posición estratégica de Lima como punto clave de conexión aérea en Sudamérica.
Entre 2009 y 2019, el crecimiento del tráfico en transferencia en Jorge Chávez fue uno de los pilares para consolidar a Lima como un hub regional, con una tasa de crecimiento promedio anual cercana al 10%. No obstante, estimaciones del sector indican que si no se revierte la TUUA de transferencia, hacia 2041 el aeropuerto podría dejar de captar más de 21 millones de pasajeros internacionales.
La consecuencia para el turismo sería devastadora: se estima que el país podría dejar de recibir alrededor de 5.3 millones de turistas internacionales por vía aérea hacia ese mismo año. Ello se traduciría en una pérdida acumulada de 40 mil millones de dólares en actividad económica y más de 369 mil empleos no generados.
“Desde ALTA advertimos que esta decisión está afectando de manera directa al turismo, el empleo y el desarrollo del Perú”, subraya el comunicado. La organización reiteró su disposición a trabajar con las autoridades peruanas y el concesionario del aeropuerto para encontrar alternativas viables que resguarden la conectividad aérea, sin comprometer los ingresos del operador.
