En el inicio del año, la región registró un notable dinamismo turístico, con miles de visitantes nacionales y extranjeros que disfrutaron de sus playas, gastronomía y diversas atracciones.
La ausencia de lluvias, combinada con el atractivo natural y la hospitalidad local, convirtieron a Tumbes en un destino destacado para apacibles días frente al mar.
Según estimaciones preliminares, aproximadamente el 85 % de los hoteles y casi el 100 % de las casas de alquiler en la playa recibieron huéspedes, evidenciando el alto nivel de ocupación en la región.
Antonio Miranda Saavedra, especialista de la Dirección de Comercio Exterior y Turismo de Tumbes, señaló que la capacidad formal hotelera es de 270 hoteles con 3.550 habitaciones y 7.170 camas. Además, hay casi el doble de centros de hospedaje no registrados oficialmente, pero en pleno funcionamiento, junto con las populares casas de playa.
El uso de plataformas digitales como Airbnb ha ganado popularidad en Tumbes, ofreciendo opciones atractivas para turistas nacionales y extranjeros, especialmente ecuatorianos. Con más de 40 restaurantes formalizados que destacan en la preparación de platos con insumos marinos y criollos, la oferta gastronómica es otro atractivo significativo para los visitantes.
Los vuelos comerciales hacia Tumbes operan al 100 % de su capacidad. Atractivos como paseos en botes, yates y el avistamiento de tortugas marinas han contribuido a enriquecer la experiencia de los visitantes.
En lugares como Puerto Pizarro, los manglares y el zoológico criadero de cocodrilos ofrecen opciones adicionales para el disfrute de la naturaleza.
A pesar de los pronósticos de fuertes lluvias asociadas al fenómeno de El Niño costero, Tumbes logró mantenerse libre de precipitaciones, consolidándose como un destino turístico atractivo en la región.