Con nueva tecnología de punta, la ciudadela inca aspira a brindar mayor seguridad a los visitantes y resguardar el frágil patrimonio arqueológico con asistencia electrónica.
A partir del 20 de marzo, Machu Picchu contará con cinco cámaras de vigilancia para controlar el predio, informaron el Ministerio de Cultura, junto a la Oficina General de Estadística y Tecnologías de Información y Comunicaciones y el Área Funcional de Informática y Tecnología de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco.
El objetivo de la instalación de cámaras es brindar más seguridad a los visitantes y mejorar la experiencia de los turistas que recorren la ciudadela.
Los dispositivos serán colocados en algunos puntos estratégicos del predio, entre ellos la entrada y salida, y el Centro Cultural de Machu Picchu Pueblo, incluyendo la boletería y el auditorio.
Los equipos contarán con sensores infrarrojos con capacidad de alcance de hasta 300 metros, visión nocturna, reconocimiento facial, conexión a internet y un sistema de autolimpieza.
Además, dijo la ministra de Cultura Leslie Urteaga, se instarán “geoblocks y otras medidas de protección de los pisos arqueológicos, y diversos trabajos de conservación para mitigar el impacto en el Santuario Histórico”.
Según la ministra, que aludió a la polémica por la venta de entradas para la ciudadela, la renovación del sistema permitió hasta ahora la recaudación de unos 38 millones de soles (US$ 10,2 millones).