El Ejecutivo dejó sin efecto la polémica reducción del 40% del área protegida donde se ubican los geoglifos milenarios. Se convocará a una discusión científica con participación de la Unesco.
El gobierno anuló la controvertida decisión que recortaba en más de un 40% la superficie de la reserva arqueológica de Nazca, medida que había generado una fuerte reacción de rechazo desde diversos sectores por considerarse un retroceso en la protección del patrimonio cultural.
La reversión implica el restablecimiento de los 5.633 kilómetros cuadrados que conforman originalmente la zona protegida en la región Ica, a 400 kilómetros al sur de Lima. La norma que autorizaba la reducción a 3.235 km² había sido emitida por el Ministerio de Cultura el pasado 28 de mayo.
“Se ha dejado sin efecto el artículo 1° de la Resolución Viceministerial” que disponía el recorte, anunció el ministerio a través de un comunicado. Asimismo, se informó que en breve se convocará a una mesa de diálogo científico en la que participarán especialistas nacionales e internacionales, incluyendo representantes de la Unesco, para discutir de manera técnica el uso del suelo en la zona protegida.
La medida inicial había sido justificada por el gobierno bajo el argumento de que en el área afectada no existía evidencia de patrimonio arqueológico. El ministro de Energía y Minas, Jorge Montero, declaró que el cambio normativo permitiría obligar a los mineros ilegales que invaden la zona a formalizar su situación mediante solicitudes de permiso.
Sin embargo, la decisión fue duramente criticada por la comunidad académica y sectores vinculados a la defensa del patrimonio. El Colegio de Arqueólogos del Perú cuestionó la ausencia de sustento técnico en la afirmación de que no existe valor arqueológico en la zona recortada. Además, juristas y diplomáticos advirtieron que la medida podía interpretarse como una falta de respeto a los compromisos internacionales asumidos por el país.
Las Líneas de Nazca, inscritas en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad, constituyen uno de los legados culturales más enigmáticos y valiosos del Perú. Con más de 2.000 años de antigüedad, estas gigantescas figuras trazadas en el desierto solo pueden ser vistas desde el aire, y representan formas geométricas, animales y seres humanos.